domingo, diciembre 28, 2008

Éramos

domingo, diciembre 28, 2008 0
Éramos lo que simplemente queríamos ver;
éramos lo que el mundo pretendía que fuéramos.
Éramos lo que pensamos que podíamos ser;
éramos menos de lo que amábamos ser...

Y jugamos a que el mundo giraba.
Saltamos sobre nuestras palabras.
Corrimos de la mano sin mirar
y confiamos en lo que el otro nos solía entregar...

Nos vendamos los ojos.
Nos atamos los pies.
Nos arrancamos el corazón.
Nos dañamos la piel.
Mas todo era bueno para nosotros
y no sentimos lo que debíamos sentir,
creíamos que teníamos los sueños en nuestras manos.
Y cantamos creyendo tener voz
y gritamos creyendo que nos escuchaban...

Pero el creer no siempre es suficiente
y el confiar ya no sirve.
El soñar sólo dañó nuestras mentes
y el pensar sólo ayudó a mentir...

Luego el mundo dejó de girar;
nuestras fuerzas no nos permitieron continuar;
las manos ya no sentían la piel
y en mi boca ya no nacía la palabra;
de ti ya no creí lo que fui
y junto a mí ya no esperaste más nada...

Nos destruimos simplemente como extraños,
como dos sujetos que se dañan sin mirar,
como dos niños que pierden una jugada,
como dos ancianos que ya no sienten el dolor...

Y tuvimos los sueños entre nuestras manos
y no era yo ni eras tú;
no éramos lo que pudimos ser,
no éramos lo que anhelábamos ver...

Las palabras ya no buscan ser escuchadas
y los pies no quieren el suelo tocar;
mi piel no siente el frío de tus sábanas
y tu cuerpo sólo sabe escurrirse entre oscuras mañanas...

Ya no somos, ni fuimos, ni seremos,
hoy vemos lo que debíamos ver.
Y duele saber que nada era cierto
y duele sentir el vacío en el cuerpo;
duele entender lo que el pasado ocultaba,
duele mirar lo que tus ojos gritaban.

Nunca se entiende cuando los sueños se tienen entre las manos.
Nunca se siente cuando te atan los pies.
Nunca comprendes cuando crees que tu voz es escuchada.
Nunca se ama cuando no hay a quién entender...

miércoles, diciembre 17, 2008

Arriba y abajo

miércoles, diciembre 17, 2008 1
El Caso A de 'Un par de casos para pensar después' llevaba también una pregunta de algo que no mencioné. Ya que el tipejo-confusionoide provocó que surgiera un cuestionamiento a raíz de todo el problema... '¿qué es el amor?' ¡Y quién diablos no se ha hecho esa pregunta alguna vez! Mi amiga me la hizo y causó que terminara vagando pensando en por qué la superioridad masculina y por qué se tiene que teorizar tanto sobre un sentimiento...

Y recordé las tantas conversaciones que he tenido, pero por sobre todo recordé a un personaje de mi vida, quien en sus tiempos de escolar con aires de estrella, era el chico más emomamón (se autodeclaraba 'too sensitive n emotional') que había conocido hasta esos días cuando el jumper era el traje topi de cada día. Su apariencia no pretendía demostrar algo distinto: alto y escuálido, de peinado al más puro estilo alternogay con chaski al lado y todo y camisitas a rayas de cuello gigante y bien ajustadas; su fragilidad asustaba. Hablar con él del amor era como tener un neoneruda, un arjona reprimido o un sanz de lo más sufrido; sin embargo el paso de los años lo fue cambiando y aunque su apariencia puede seguir transmitiendo una fragilidad alarmante -claro que ahora se asemeja más a un kudai disfrazado de rockero- sus convicciones mutaron a un nivel en el que el masoquismo de poeta desubicado en su época se esfumó y se abrió paso a un pseudoweberposmoderno, quitándole toda demagogia a su significado del amor (y emociones en general) dejando al decsubierto un nuevo sentido para él en el que el amor -como la gran mayoría entendemos- no es más que una invención de la sociedad debido a la necesidad del hombre de establecerse y tener una seguridad económica (¡occidente es el culpable de todo!)... So, adiós arjona reprimido, adiós neoneruda, adiós sanz sufrido y ¡bienvenido el progresismo kudaiísta! ¿Amor? Todo se reduce a reacciones químicas, nada más que eso.

Debo aclarar que no tengo ningún juicio al respecto, el pensamiento evolucionado de mi querido personaje no afecta en absoluto lo que yo pueda pensar sobre el 'amor'... Pero de todos modos, hay cosas ciertas, pero aquí no entraré en reparos ni críticas sobre las convenciones sociales, simplemente quiero simplificar en mí la respuesta a esa pregunta tan rejodida de 'qué mierda es el amor'...

¿Y qué es? O ¿cuándo sé que estoy enamorada? (mis agradecimientos pertinentes a mi amiga protagonista del Caso A por recordarme que a veces -sólo a veces- llega a mi cerebro a sonar como un tambor esa interrogante tan repugnante, ¡gracias!) ¿Mi respuesta? Nunca lo voy a saber. Porque .. ¡No tengo la jodida capacidad de meterme dentro del otro (él a veces sí lo puede hacer, claro está) y saber si está o no enamorado de mí (él dentro mío tampoco lo averigua en todo caso), es decir que... ¿Nos queda tener eternamente la duda? ¿Nos corresponden o no? Estas interrogantes sí que nos vuelan la cabeza, inseguridad le llaman también, pero ¿cómo lograr la seguridad 100%? Y aquí volvemos al principio: con amor.. so .. ¿qué es el amor? Great! Es un fuckin' círculo vicioso de preguntas sin respuesta en el que sólo queda cerrar los ojos y fluir... ¿Arriesgado? ¡Diablos!...

Así que, con tanto tocar el tambor en mi mente opté por irme a una plaza para seguir sacando humito de mis neuronas (tanto que las agoto y las mato a las pobres), pero me rendí... Subí a un columpio y comencé a sentir en todo mi cuerpo el vaivén y el viento que como que se acelera mientras el frío en mis piernas me recordaba que cerca de las 9pm es mejor salir abrigada... Y pensé de pronto ¿qué saco con tanto cuestionarme qué es el amor? Y ... mi respuesta fue rotunda: no lo sé, pero mejor lo olvido. Y justo ahí sentí lo que era -por lo menos para mí-: un vaivén, un aceleramiento, un subir y bajar... Para mí, es un columpio.

¿Por qué?

¿Han notado que desde que somos niños nos incentivan a columpiarnos? Si hasta existen columpios especiales con corralito y todo. Así como nos incentivan a la vida en pareja (ya sea de buena o mala forma, lo hacen), al sentir, al crecer y encontrar a alguien y se ponen felices cuando una 'inocentemente' tenía un pololo en el kinder. En el columpio también te van impulsando hasta que aprendes a darte vuelo sola.
Y vas creciendo y muchos juguetes quedan en el olvido, pero siempre que pasas por una plaza llena de juegos corres a ellos y ¡cómo no! te columpias, aunque sea lo último que hagas, pero lo haces. Y así, aunque te avergüences, miras a un niño de tu clase, aunque sea con el último que hables después de toda una época escolar.
Entonces, cuando ya has pasado mucho tiempo columpiándote, te empiezas a atrever... y te columpias de pie, sueltas las manos, saltas y todo lo que se te ocurra -o se les ocurra a los demás, porque sí, querer y estar con alguien también es porque sigues a los demás-.
Pero no todo es tan simple, no se trata de atreverse a realizar distintos 'trucoscolumpísticos'... se necesita práctica, constancia, paciencia, valentía y ayuda. No se trata de llegar y soltarse cuando el columpio va subiendo adelante y saltar, nos podemos romper más de un par de huesos. Así que cuesta y muchos no aprendemos nunca...
En el amor es como algo así, cuando estás en el clímax sientes la necesidad de arriesgarte, de ir 'más allá' o de hacer algo nuevo, pero siempre está la incertidumbre de si caerás bien o no, si la caída será dura o sabrás mantener el equilibrio, so... tenemos dos opciones: arriesgarnos y caer de pie y quedar contentos por el riesgo que corrimos o caer mal, quebrarnos y llorar por no haber pensado en una vuelta más...

Sin embargo, lo que más me hizo recordar el amor fue el cómo nos columpiamos... cómo partimos dándonos vuelo (a veces intentamos que el columpio acelere inmediatamente, otras somos más pacientes o estamos más tranquilos y vamos despacio) o cómo a veces necesitamos que alguien nos empuje (o que nos diga 'dale, juégatela... o alguien nos busca e insiste hasta que tomamos vuelo con él, gracias a él). Luego comienzas a sentir esa sensación de subir y bajar, de ir y venir, de que vas más rápido que lo demás o que el mundo se detuvo para que tú puedas disfrutar tu momento. Y si cierras los ojos, todo es como ligero... Pero, a veces te columpias demasiado y de pronto te aterras porque da la sensación que el columpio dará la vuelta completa (es como que llegaste demasiado lejos o te hicieron llegar demasiado lejos, algo pasó) entonces dejas de darte vuelo y piensas en el mejor modo de parar... So... puedes comenzar a arrastrar los pies en el suelo, pero si es de tierra te ensucias completamente y si es de concreto puedes gastar tus zapatos... del modo que sea el detenerte tiene consecuencias (del modo que busques terminar tendrá consecuencias)... A veces optas, entonces, por dejar que el columpio se detenga solo, aunque a veces demora mucho y se dilata el proceso, pero de este modo puedes tener la opción de que te den ganas de comenzar de nuevo y como un impulso comienzas a columpiarte de nuevo (es como que el problema se soluciona y decides intentarlo de nuevo antes de sufrir las consecuencias del término)... No obstante, sea cual sea el proceso, tengas los impulsos que tengas o las ganas que sean, llega un minuto en que debes bajarte del columpio... No podrás estar para siempre (el amor tampoco es para siempre).

¿Y cuándo te bajas? El malestar puede invadirte, el mareo por tanto vaivén, el polvo que pudo ensuciarte (el otro también lo puede hacer algunas veces) y prefieres que pase un tiempo para subirte de nuevo...

¿Y es que el amor no se asemeja?

Un par de casos para pensar después

De pronto un cúmulo de ideas vuelan mi cabeza, pero ideas con furia...

Pasa lo siguiente: no comprendo esa superioridad inherente del sexo masculino, no sé si fue gracias a Freud que tanto los enalteció o de si como dijeron Los Prisioneros, Dios también es hombre. Trato de entenderlos, pero me cuesta. Pasa que cuando comienzo a creer que alguien es distinto, ¡paf! sale una bestia de ellos y gracias... next! Ahora bien, no quiero sonar resentida, sé que muchos no son así (aunque conozca a muy pocos y la mayoría gays, pero existen) pero, ¡demonios! ¿Por qué tengo que estar constantemente escuchando las historias de amigas que son basureadas, pisoteadas e insultadas por nuestros machos recios de esta rejodida sociedad? ¿Es que a caso todas tenemos como un karma súper ultra del terror que atraemos a todos los basuritas del mundo? Espero que no, espero que en un futuro (cercano o lejano, ¡me vale! pero futuro) sean distintas las cosas... Pero hasta ahora lamentablemente me queda simplemente seguir pensando que sus neuronas están en sus gónadas y su cerebro está repleto de semen, so sorry por mis arranques feministas, pero cada vez me reafirman más esto.

Tenemos el siguiente caso, al cual le pondremos Caso A, en el que una amiga se enamora de un tipejo (que en el principio y por muchos meses es el príncipe azul) que presenta serios trastornos emocionales en los que a veces quiere y otras no, estar con ella. Perfect! O sea que ahora nosotras debemos ser el tubo de escape para las reacciones inmaduras de los hombres que no saben lo que quieren y ... ok... los comprendo... quién no ha sufrido fuertes confusiones en su vida, tendríamos que ser asexuados e irracionales para no tenerlas, pero somos todo lo contrario (gracias queridísima evolución que nos privilegiaste). So... el tipejo de nuestro Caso A nunca sabía bien lo que quería, pero mi amiga siempre estuvo ahí, siempre fiel, siempre amando... y mucho mucho. Hasta que después de un buen tiempo nuestro tipejo-confusionoide decidió por 'tener su espacio y libertad' (so sweet!) así que mi tan buena amiga quedó sola y desolada y ¡cómo no! si lo amaba. Y se mantuvo junto a él y permitió las mil recaídas clásicas del post-quiebre (tan melodramáticas pero tan satisfactorias, uf!)... Hasta que un día y gracias a sus habilidades de indagación que tan bien conocemos las féminas inseguras e intrigadas, descubrió que el tipejo-confusionoide la tenía más bien como un 'cacho'. So... en esas múltiples reacciones 99,9% de impulso y 0,1% de raciocinio, se guardó todo su amor y le escupió que el amor se había esfumado (una mentira, claro está.. si somos tan buenas para mantener el sentimiento vivo quién mierda sabe por qué). ¿Qué creen que sintió el tipejo-confusionoide? ... PUES ¡CLARO! El hombre sintió retorcer sus entrañas, su tan segura fémina enamorada se rebeló frente a él y era hora de dar un paso al lado. Así, pasó el tiempo y mi amiga se refugió en sus amigos y ¿por qué no? tuvo un acercamiento más significativo con uno de ellos, pero nada como para ponerse los anillos de compromiso ni hacer que yo tuviera que ir por un par de zapatos y un vestido bien topi para no desteñir en la fiesta... ¡Para nada! Algo normal, lógico y válido y, en lo absoluto, malo. Pero nuestro tipejo-confusionoide volvió y con el orgullo de macho alfa por el suelo le dio vuelta el mundo que mi amiga estaba tratando de reconstruir. Un mundo en el que comenzó a pensar primero en ella, en el que nov io ningún tipo de relación con nadie, en el que solo estaba su confusión, sus ganas de disiparla y sus proyectos personales... ¿algo de malo en esto? Para el tipejo-confusionoide fue devastador y se dedica a dañarla... es 'la peor mujer del mundo' prácticamente y todo lo que él hizo antes queda anulado, porque la culpa es de ella, la mujer.
Fin de Caso A, usted puede reflexionar y concluir lo que quiera.

Muy bien, ahora tenemos un Caso B en el que nuevamente una mujer se 'engancha' de un tipejo. Esta mujer será la bipresiva y el tipejo el polipolar. ¿Linda mezcla? Obvio que no. Pero la bipresiva es porfiada, siempre lo fue y probablemente nunca cambie. So... conoció al tipejo-polipolar casualmente y en poco tiempo se sintió atrapada (habrá sido la polipolaridad?i dont think so) y sólo un par de encuentros nocturnos bastaron para que la fémina-bipresiva quisiera ser protegida por alguien que, sinceramente, no conocía... Así que sorpresivamente un día se vio pisoteada y basureada por él a razón de ...¡nada! El tipejo-polipolar demostró toda su inestabilidad e inmadurez emocional con frases tan célebres como 'no me webees', 'me estás puro webeando', 'no estoy para el webeo de nadie' ... great! un aplauso para los sucesos e insultos inesperados, porque la fémina-bipresiva jamás entendió el por qué de esas tan vacías palabras, creó hipótesis y se torturó y no logro comprender el motivo del cambio de actitud del tipejo que ella ya casi veneraba (¡qué estupidez!) ... Pasó el tiempo y sin importarle a nuestra fémina el significado de dignidad o amor propio siguió buscándolo (ahora sí merecía un ¡déjate de webear!) hasta que tanta insistencia tuvo como resultado una amistad un tanto frágil, porque aún no se puede hablar de amistad en todo su esplendor y momentos agradables, pero... sin duda... nuestra fémina-bipresiva aún siente un nudo en el estómago... pero, claro que el tipejo no lo sabe o si no, arruinaría todo. Es decir, la mujer se reprime para por lo menos tener un tipo de acercamiento con el tipo que le gusta. ¿Qué absurdo no?

Pero si tenemos dos casos que llegan prácticamente al mismo punto de cierto rechazo pero a la vez sometimiento al sujeto que nos atrapa, tenemos que tener la excepción así que brevemente plantearé el Caso C, el que es como cuentito de hadas old school (porque los de ahora me dan como miedo, no sé por qué) en el que mi amiga la mujer gigante se enamoró del tipo (sin el 'ejo') que después de un sufrimiento encontró en mi amiga el amor reconfortante, acogedor y sincero y hasta el día de hoy llevan un tiempo juntos y no planean ni demuestran un mínimo atisbo de un posible término, así que aquí, hombre y mujer están igualmente cagados por amor. So cute!


Los casos A y B hicieron que comenzara a cuestionarme un poco todo lo que vomité al principio. No creo que cambie la situación, creo que mi amiga y la fémina bipresiva seguirán en su estado actual porque no sé si por masoquismo o por amor les da un pánico (que no reconocen) el desligarse de sus amchos alfa que tanto las aporrean con puras palabras. Digamos que es un femicidio verbal inminente y ellas parecieran estar dispuestas a vivirlo, con la ilusión (inocente quizás) de renacer o reencarnarse en mujeres con mejor suerte o si no, seamos lesbianas chicas, así quizás encontramos algo mejor (y pasamos a un sex shop por nuestros dildos tan necesarios, ¿sin pico? qué vacía sería la vida).

domingo, diciembre 14, 2008

domingo, diciembre 14, 2008 0
Últimamente ni siquiera puedo escribir. Es terrible. Mi único y gran desahogo, está escapando de mí. Tal vez, lo exploté demasiado. Tal vez, lo olvidé por mucho tiempo.


No sé.
 
Fuera de aquí, volando ◄Design by Pocket, BlogBulk Blogger Templates