miércoles, abril 15, 2009

Oposición

miércoles, abril 15, 2009
El invierno me encanta, el frío me encanta, pero mi cuerpo se opone.
Mi cuerpo suele oponerse a muchas cosas.
Quisiera drogarme días enteros pero mi cuerpo se opone, al punto en que me aterroriza y debo optar por estar con los pies en la tierra, jodida tierra.
Algunas veces mi cuerpo se ha opuesto a cosas que realmente deseo, como el sexo. En las ocasiones más privilegiadas ¡paf! la 'amiga vestida de rojo' de cada mes me jode todo (existen tantos eufemismos para la menstruación, debe ser por lo feo de la palabra porque el sustituto tampoco es muy lindo:'regla, del terror). Ahí sí que odio a mi cuerpo y admiro a las que sin pudor alguno ... go! cero problemas en seguir, pero yo no lo logro, creo que soy enemiga de las manchas de sangre en las sábanas, además te limita a acciones tan esenciales como el sexo oral, ¡pésimo!
Como sea mi cuerpo se opone, porque cuando quiero estar sola le da por sentirse abandonado y quiere masajes, cariños y besos varios; mientras mi razón sólo piensa en un sexo casual y un chao no quiero verte más, paf! bienvenido cuerpo sensible que busca el abrazo post-coito (en verdad no hay como los abrazos).
Así que en fin, por más que me guste el frío --y muchas veces busque ser fría-- mi cuerpo se opone. Y sus métodos para protestar son terribles: rodillas que no pueden flectarse del dolor, pies que jamás se calientan, manos que se entorpecen y la cabeza que explota.

Debería hablar seriamente con mi cuerpo, el problema es que no escucha.

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